Biblioteca personal

 Biblioteca personal

No se pueden tener leídos todos esos libros adquiridos por un impulso pasional.

Se busca disfrutar del paseo entre sus lomos y el tanteo.

También quedan allí para otras lecturas.

Mi primera biblioteca se quedó en la casa de mis padres. Me gustaba volver y encontrar mis primeros libros.

Eso y mirar las fotografías en sus álbumes y en la caja metálica que hoy tengo yo.

La casa de mis padres fue la mía.

De hecho lo era.

Ahora no.

Otros la habitan.

Mi memoria la vive muchas veces.

Ahora recordando esos primeros libros atesorados.

Hoy guardo fotos de ayer. 

Las revivo.

Allá donde vivo un libro como mínimo.

Compañeros de viaje.

Amigos impecables.

Hay algunos que venero.

Van cargados de mis sueños.

Hoy escribo.

Me parece imprescindible.

Leer es mi alimento.

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