A golpes
A golpes.
Así nos someten.
Nos arañan en el cuerpo y en la mente.
Quieren esclavas.
No se valen.
Las fortalezas les faltan.
Lo peor es que tienen cómplices que les bailan el agua, creídas de ser más bajo su sombra.
Nuestra presencia en la vida es utilidad para un sistema de desigualdad.
Nada que llevarse al plato si no te dan trabajo, si no te puedes mover en su plano de realidad.
Papel secundario sin voz.
Arrancadas de una realidad propia.
Encerradas.
Enmudecidas.
Golpeadas.
Masacradas.
Utilizadas.
Nos quieren para que les mezamos y alaguemos.
No nos quieren.
No nos aprecian.
Les estorba nuestras capacidades y autonomía.
Les ofende.
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