Vidas

 Vidas


Discrepo en aquello de vivir vidas a través de lecturas.

Mi vida es la que es. No por mucho leído se multiplica.

De hecho, el tiempo que dedico a leer no lo vivo en consciente. Tampoco en otros momentos.

Recuerdo un cuento de Bucay, en el que un viajero se extraña de los tiempos vividos anotados en las tumbas de un cementerio. Le extrañaban tan breves, creyendo que señalaban ese periodo que va del nacer a la muerte.

No todo el mundo tiene pasión por leer lo que en mi caso lo es.

Llevo entre manos varias lecturas. Eso no me hace.

Me hace la respuesta vital a mi circunstancia.

Sentimientos y emociones que manejo.

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