1 de agosto

 1 de agosto

A mí no me falta nada.

Ni hijos, ni nietos.

A conciencia no los quise, y cuando los hubiera querido, la naturaleza en mi cuerpo los negó con un problema de salud que lo impidió.

Me alegra la infancia.

Fui maestra a gusto.

Estar allí me dio mucho.

De nosotros, que fuimos dos, mi sobrina.

Ella recrea su mundo.

Desconozco si quiere o no.

No seré yo quien haga esa pregunta.

Somos tantos en el mundo.

Venimos, mi hermano y yo, de dos ramas familiares que con otros han dado fruto.

Por mi parte, se queda en mí, pero de mis antepasados sigue.

No me faltan cariños infantiles, aunque de mi sangre no sean.

Mañana es incierto.

Quisiera. Formularé el deseo. Quisiera valerme mientras siga en este plano del ser.

No por aquello que decía mamá, de no dar trabajo, sino por no caer en ese estado de no hacer nada y depender.

A ver, si con esto también tengo suerte.

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