Elecciones
No todas mis decisiones dependían de mí.
Hubo un periodo de mi vida. Desde que nací hasta que cumplí veintiún años, momento en que por ley podía emanciparme.
Mi madre. Mi padre. Ellos marcaban pauta.
Yo no me acomodaba. Me encaraba. Protestaba.
Salía perdiendo.
Castigos y lo que ya no quiero plasmar en esta pantalla.
Me daría pánico estar allí.
Así miro esa brecha en mi tiempo.
Pasé como pude.
Me afirmé.
Aguante.
Volví.
Los lazos emocionales se antepusieron a los reproches.
Así me va.
Después de enterrarlos, no hay fuerza que me lleve.
No quiero ir. Ni de visita.
Sin embargo.
Mantengo otras huellas de mi pasado con amor.
El tiempo también limpia.
Los recuerdos quedan en mis manos, y puedo hacer con ellos aquello que me vaya bien.
Comentarios
Publicar un comentario