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Mostrando entradas de octubre, 2024

Tormentas

 26 de octubre  Teníamos la tormenta encima. Truenos que me han despertado. Lluvia. Qué gozo. El aire se respira. Fresquito mañanero. A la vista las hojas del árbol que me hace compañía. Terminada lectura. Recogiendo mensaje. Relajarme con tema que no nombraré, pero me preocupa.

Respeto

 25 de octubre  A mí no me sorprende. Ayer L me avisó del hecho, tratado en un programa de televisión. Yo estaba leyendo. No me sorprendí porque no conozco a la persona, ni tengo afinidad política. Hoy sufro la deformación del efecto traumático de saber que ese político no es persona fiable. Ni él ni muchos. Digo muchos no como genérico. Como masculino plural, que no siendo el agresor no responden en la medida debida. Mi padre diría que es cobarde. Así se pronunciaba cuando sabía de hombres maltratadores y abusadores. No es que mi padre fuera feminista. Ni él ni mi madre, ni mis tíos o tías, ni mis abuelos. Yo me hice feminista sin saberlo, como respuesta al trato diferencial recibido. Siempre pensé que mi padre no era como otros. Había hombres que no trataban en igualdad a sus mujeres. Papá perdió a su madre al empezar la posguerra. Era un adolescente.  Cuando se contrariaba lo sacaba con enfado. Mi madre, si tenía algo que decir al respecto esperaba y cuando se calmaba ...

Amanece más tarde

 24 de octubre  Me asomé y vi la luna iluminada por la mitad. Aún no amanecido, pero un azul que lo anunciaba. Necesitaba encender luces para moverme en la casa. Estaba a poco de las ocho de la mañana. Hice cafés.  Fui tomando lo mío y preparando lo que para hoy habíamos pensado hacer. Cazuela grande y ancha. Magullada por los golpes del tiempo que nos acompaña. Una coliflor, pella diría mi madre. Yo casi pierdo esa palabra. A la col le diría grumo. Tres zanahorias a tres cachos cada una, dos patatas peladas y enteras. Abundante agua. Tres jarras filtradas. Ni sal ni vinagre. Aderezaremos cada una lo suyo. L lo pasará por el túrmix. No uso ese palabro, pero viene y lo alcanzo. He leído un poco. Llevo dos libros entre manos. He dejado caer otros. Antepongo lo que me capta. Se avecina lluvia para mañana. En las previsiones de mi móvil viene semana en remojo. Veremos. Aquí apenas moja las calles y limpia el aire. Lo importante es que llegue a los campos y suba el nivel en lo...

Eras

  Encontrar tu lugar. Ese es el reto vital. Vas pasando. Los años no perdonan. ¿Dónde estás? Siempre mirando atrás. Aquello que no pudiste sujetar. Aquello que no volverá. Tú nunca te verás. El espejo es esa artimaña que fuerza tu mirada oblicua. El instante fugaz que en dos dimensiones te plasmará. No, no eres tú. Eras.

Sobrevivo

  He amanecido que estaba oscuro. Tercer día, o cuarto, con dolor de cuello. El peor soporte en esa situación la almohada. Paso tiempo con pantallas, y no sé si tejer tiene algo que ver. Intento buscar posiciones menos cruentas. Mi codo no se rehabilita. Me preparé con dos calcetines viejos, en desuso, una codera, siguiendo la sugerencia de un vendedor de miel al que suelo acudir. El treinta tengo cita de trauma. Mis caderas se resienten. Mucha casa en los últimos meses. Creo que mis músculos y tendones se duelen. De mis articulaciones, no digamos. De pronto la consciencia. No sólo son arrugas y canas. He abierto la casa a la calle. Subiendo persianas. Recogida de escombros de trabajos de albañilería. Muchas reformas. Venden y/o alquilan. Han hecho de la vivienda su maná. No es cosa mía. Lo de maná. Tras las paredes, se oyó en una discusión de herencia del piso de al lado, allá donde en febrero se nos acaba el contrato.  Aquí calma. Es nuestra casa. A puro de esfuerzo. Tras pa...